lunes, 30 de noviembre de 2009
En la oscuridad, me empeñaba en susurrármelo al oído para que me entrara en la cabeza ( no tengo miedo, no tengo miedo, no tengo miedo), pero cada vez se hacía más inmenso, cada vez sentía como su presencia crecía y crecía ante mis ojos, aunque no fuera capaz de dejar pasar ni un resquicio de aire limpio entre mis pestañas. Y de nuevo, me repetía (no tengo miedo, no tengo miedo, no tengo miedo) y es que solo la idea de tener que enfrentarme a él me aterraba. Solo cabían dos opciones, caer o salir victoriosa. Siempre es necesario hundirse para salir a flote. Pero el agua esta tan helada. Casi la siento, clavando mil cuchillos en los poros de mi piel, cortando mi respiración poco a poco, poco a poco. Su aliento, es su aliento, lo noto humeante, en mi nuca.
Vamos hazlo, salta, grita, corre, pero no te pares, no te pares nunca.
sábado, 7 de noviembre de 2009
OCÉANO MAR
Suscribirse a:
Entradas (Atom)