miércoles, 20 de mayo de 2009

silencio

Sonidos que, atrapados, recuerdan a los ecos del pasado. Sonidos que me alteran en mitad de la noche, y que me desvelan de los únicos sueños que soy capaz de cumplir. Un solo gesto y desvanecerse. Una sola tecla y morir. Ya nada es lo que era. Ya nada será lo que pudo ser. Y es que es tan duro recodar…nostalgia, solo nostalgia, como el humo que rodea la desapacible guarida secreta de mis alteraciones nerviosas, deseosas de robar un cachito más, de saciar la inanición que les rodea, de no volver a chocarse contra un muro. Volver o no volver, huir o no huir, pero siempre volar alto, mirando hacia arriba, deseando que la interminable franja que separa la realidad de los sueños se desintegre y borre el rastro de sangre y mentiras. Resquebrajar los papales de mi vida, todas las letras que he escrito. Pedir perdón, o simplemente no hacerlo.

Y olvidar…. Yo no podré hacerlo.

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