jueves, 30 de julio de 2009

Serán inolvidables los momentos

Será inolvidable la noche más oscura
Tan rematadamente negra
Caen algunas estrellas
Coléricas, fieles, enfermizas
Pero también la más dulce, la más bella
Plagada de felicidad
En un segundo
En tan solo un segundo
Un momento, un sonido,
Ni una palabra
El tambaleo del mundo, el fin de las ilusiones.
Corren las batas blancas en vano,
Se agrieta el suelo
Lloran su muerte y la tragedia.
Miran al cielo
Ya sin estrellas en el firmamento
Lleno de luces rojas
Que envían señales de humo
Intentando evitar lo inevitable.
Y seguirá siendo inolvidable
Mientras el mundo gira, las luces corren y los niños crecen,
Sin el pedazo que quedo enterrado en Valentín.
Mil almas corren junto a la tuya, María Eugenia
Mil almas que jamás serán olvidadas.

2 comentarios:

  1. Muy bellas palabras y un bonito homenaje. Cada vez me gusta más este blog y en especial tus letras. Sigue así que yo te seguiré leyendo y seguiré soñando con suspiros y claveles macilentos.

    Un saludo.

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  2. ojalá no tuviera que agradecerte este comentario

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